Una parte del regalo... el resto no hubo tiempo a hacerle la foto...
lo que os puede dar una idea de lo delicioso que estaba ;)



Un detalle del gratinado.

Hace algún tiempo recibí un regalo muy especial... en la cestita solo véis un paquete de pasta (no cualquier pasta, sino una pasta con preciosas formas y llamativos colores de una calidad excepcional) y un frasco de pesto de tomates secos...pero en su día era una cesta repleta de productos de cocina...venían un surtido de patés, unas tostitas con pasas, sal maldon ... todo maravillosamente envuelto en papel de celofán y con un lazo.
Me hizo una ilusión tremenda recibir ese regalo... por razones obvias. El paquete de pasta lo dejé guardado en el armario, esperando a ser utilizado en una receta especial. Pues bien, esta fue la receta con la que quise estrenar tan bonito regalo. ¿Qué os parece?
A mi la pasta me gusta de cualquier manera, y al tener un sabor neutro admite mil combinaciones diferentes, pero quizás ésta ha sido una de las que mas me han gustado. La pasta , que en éste caso si tiene un poquito de sabor ,ya que va aromatizada y coloreada con cúrcuma, azafrán, tinta de calamar, tomate , espinacas... va acompañada de carne picada de ternera, tomate, una salsa bechamel ligera y muuucho queso. El resto lo hace un golpe de gratinado en el horno, y ¡¡ya está!!. En un momento tenéis un plato de pasta que está para chuparse los dedos.
Ingredientes:
Un paquete de pasta.
Carne picada de ternera.
Salsa de tomate casera (ver receta).
1 l de leche entera.
2 cucharadas de harina.
1 cucharada de mantequilla.
Queso mozzarella rallado.
Queso parmesano (yo lo rallé en el momento )
Orégano.
Nuez moscada.
Pimienta negra.
Ajo (2-3 dientes).
Sal.
Aceite de oliva virgen extra.
Elaboración:Comenzamos hirviendo la pasta en abundante agua hirviendo con sal. Seguiremos las instrucciones y el tiempo que nos indica el envase, pues no todas las pastas requieren el mismo tiempo de cocción.
Escurrimos la pasta y le echamos un hilito de aceite de oliva virgen extra.
La carne picada la podemos tener adobada del día anterior con el ajo machacado en el mortero, la sal y la pimienta negra ).
Ponemos en una sartén el fondo cubierto de aceite de oliva y freímos la carne picada.
En una fuente disponemos la pasta y sobre ella vamos poniendo la carne picada ya frita.
Regamos con la salsa de tomate casera (ver la receta en el apartado de salsas).
Mientras tanto vamos preparando la bechamel.
Ponemos en una sartén antiadherente o en un cazo la mantequilla y dejamos que se deshaga. Cuando empieza a freír añadimos la harina y dejamos que se pase un poco con la mantequilla.
Luego añadimos poquito a poco la leche (que habremos calentado previamente al microondas ).
Mientras vamos añadiendo la leche no dejamos en ningún momento de revolver. Hay que cocerla por un buen rato. Cuando ya casi está hecha añadimos un poquito de nuez moscada y la sal.
Ponemos la salsa bechamel por encima regando con ella la pasta. Yo le añadí un poco de orégano.
Finalizamos rallando el queso Mozzarella y el parmesano por toda la superficie.
Metemos al horno a gratinar con unos pedacitos de mantequilla por encima para que le de un bonito tono dorado.