Al plato que os presento hoy, le tengo un cariño especial, quizás porque fue con él con el que mi "flechazo"con la cocina peruana terminó de consolidarse...a mí me trae buenos recuerdos, y quizás no pueda ser demasiado objetiva al describirlo, ya sabéis, los sabores suelen ir ligados a recuerdos, y si éstos son tan buenos como los que a mí me trae éste postre, permanecen en nuestro paladar y en la memoria...quizás por eso cuando tengo un día de los no tan buenos me encanta prepararlo y zambullirme en esa gelatinosa sensación de placer , que os aseguro que si probáis siempre vais a querer repetir. Es una auténtica delicia, dulce sin llegar al empalago, afrutado, y con una textura que es un placer. A continuación os dejo con una explicación del gran cocinero Gastón Acurio, que ha contribuído a dar a conocer ésta gran gastronomía al mundo.
"...El orígen lingüistico de la mazamorra parece ubicarse en el ámbito de los marineros mediterráneos, quienes quizá conocieron un dulce similar en los viajes que realizaban hacia el Oriente; de hecho algunos aseguran que proviene del término árabe matmora. Otras versiones indican un orígen prehispánico en un tipo de mazamorra andina a base de quinua lavada y cocida o tostada, que se consumía sobre todo en la altiplanicie. La idea se aplicó a los amasijos dulces hechos de cualquier tipo de harina, a la que se añadía azúcar, especias y frutas.
En la actualidad las mazamorreras-más abundantes que los vendedores varones- son personajes infaltables en las ferias populares , en los días de fiesta tradicional, y sobre todo en el invierno húmedo de Lima , donde la mazamorra se sirve caliente ...".
El maíz morado contiene sustancias fitoquímicas con múltiples efectos beneficiosos sobre la salud, contiene antocianos que le confieren ese color morado tan característico , potente antioxidante que protege el sistema vascular, tonifica los vasos sanguíneos y protege frente a múltiples enfermedades.
Sin más, os dejo con la receta.
Ingredientes:
500 grs de maíz morado.
1 1/2 l. de agua.
La cáscara de media piña.
Un palo de canela.
5 ó 6 clavos de olor.
Un poquito de corteza de limón (sólo la parte amarilla, ya que lo blanco amargaría)
1 bol de piña en daditos pequeños.
1 bol de membrillo cortado en daditos pequeños.
Frutas deshidratadas al gusto.(En éste cso yo le puse orejones de albaricoque, ciruelas secas, pasas rubias, y unos dátiles).Cantidad:50 grs. de cada fruta.
100 grs de harina de chuño o de camote.
Canela en polvo.
Zumo de medio limón.
Elaboración:
Lavamos el maíz morado y lo ponemos con el agua, la cáscara de piña,la cáscara de limón, el palo de canela y los clavos de olor, y llevamos a ebullición hasta que el agua coja el color morado oscuro del maíz y éste pierda algo de color. Lo colamos y llevamos nuevamente al fuego. Agregamos el azúcar.
Seguidamente agregamos el membrillo y la piña previamente troceados y los incorporamos a la preparación anterior.
Añadimos las frutas deshidratadas y revolvemos un poquito. Entonces bajamos el fuego y dejamos cocer unos diez minutos, con lo que las frutas quedarán suaves y bien hidratadas.
En una taza con agua fría disolvemos la harina de chuño o camote (de textura muy parecida a la Maizena), y una vez disuelta la vertemos de golpe a la preparación anterior y seguimos removiendo con una cuchara de palo para que no se formen grumos.
Une vez que haya espesado, retiramos del fuego y le añadimos el zumo del medio limón, revolvemos para que el sabor se reparta bien. Finalmente vertemos la mazamorra en cuencos o copas y espolvoreamos con canela en polvo.
Podemos consumir éste postre , caliente, frío, o a temperatura ambiente. De cualquiera de las tres maneras es una delicia.