Qué complicado es buscar un hueco para hacer ésto que tanto me gusta: escribir sobre un tema que encuentro apasionante, la cocina y todo el mundo de sensaciones que gira en torno a ella, sabores, aromas, recuerdos que afloran al olor de un bizcocho haciéndose en el horno y que te traen alguna lagrimilla nostálgica, ya sabéis ... nostalgia, "dolor por el regreso", "dolor al regresar a aquello que añoramos". ¡Me encanta esa palabra!, suena bonita, tiene algo de musicalidad, es especial...
Espero que no me veais como una ingrata que se ha olvidado de todos vosotros.Para mi es imposible olvidar tantísimo cariño como he recibido en cada mensaje, y además lo bonito de ésto es que queda ahí, indeleble. Cuando me siento triste o cansada por algo, vengo, leo, y se me pone una sonrisa de oreja a oreja. Saberse querida es taaan placentero ¿no?...
Siento la necesidad de contar que estoy viviendo una maravillosa experiencia en la que cocina , trabajo, emociones y muchas cosas más se dan la mano. Tengo un trabajo en el que tengo la gran suerte de poder contagiar un poquito de ese amor por la cocina que yo siento a quienes me rodean, y eso me llena de alegría.Y tengo un trabajo en el que comparto horas con gente extraordinaria, profes, educadores, todos entregados a su trabajo, y que a pesar de que a veces es duro lo hacen con la mejor disposición, poniéndole ganas y entusiasmo, allí te ríes, te enfadas, se te encoge el corazón, sientes que tocas el cielo con los dedos cuando recibes un aluvión de besos y abrazos y otras veces sientes que caes en el mayor de los abismos: es decir, VIVES.
Estoy en un equipo en el que me siento arropada, apoyada, y donde creo que cada uno formamos parte de un engranaje difícil, pero que con dificultades y todo sale adelante. Mil gracias a todos los que lo forman y hacen que trabajar sea algo motivador, algo que te lleva a querer superarte cada día mas.Son muchos, son todos y cada uno de quienes cada mañana me rodean, profes, alumnos... y compis de otros departamentos que están ahí apoyando y siempre con una sonrisa amable y una palabra cariñosa que curiosamente siempre te llega en el momento en que más lo necesitas.
Os cuento que el pasado martes los alumnos del centro donde trabajo junto con los profes organizamos una actividad que consistía en un desayuno saludable.
Cada alumno estaba encargado de llevar un alimento (un brick de leche, alguna fruta, pan, algún cereal, yogures...).Y lo hicieron tan pero tan requetebien que me siento tremendamente orgullosa de ellos. Son geniales, y lo han demostrado.
No podía dejar pasar la oportunidad de plasmar en" La manzana roja" la alegría que me ha dado verles tan contentos en su día. Quería verles alegres, contentos, disfrutando de un desayuno entre compañeros... y lo conseguí!!.
Son chicos "especiales ", pero especiales en el más bonito sentido de la palabra...
miércoles, 10 de junio de 2009
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